La Segunda Sala de la Corte Suprema decidó no acoger el recurso de amparo presentado por la defensa de Cathy Barriga, quien se encuentra bajo investigación por fraude al fisco y falsificación de instrumento público, tras su polémico paso por la Municipalidad de Maipú. La exalcaldesa, que había estado en arresto domiciliario total, regresó a la cárcel luego de que el tribunal revocara su situación cautelar, un fallo que generó gran atención mediática y pública.
Barriga, quien ocupó el cargo de alcaldesa en Maipú entre 2016 y 2021, es acusada de un presunto desfalco que asciende a más de $33 mil millones. La Fiscalía Metropolitana Oriente y el Consejo de Defensa del Estado han trabajado activamente en este caso, presentando nuevos antecedentes que llevaron a la Corte a considerar a Barriga un peligro para la sociedad. "La libertad de la imputada constituye un riesgo para la seguridad pública", afirmaron los jueces en su resolución.
Implicaciones del fallo judicial
Con este nuevo revés legal, Cathy Barriga se verá obligada a pasar el Año Nuevo en prisión preventiva en el Centro Penitenciario Femenino de San Miguel. La decisión se produce en un contexto donde la exalcaldesa había logrado salir temporalmente de la cárcel gracias a una medida cautelar menos severa. Sin embargo, las apelaciones presentadas por la Fiscalía llevaron a una revisión exhaustiva del caso, resultando en su regreso al sistema penitenciario.
La defensa de Barriga había argumentado que los nuevos antecedentes no justificaban un cambio en las condiciones de la procesada. Sin embargo, el tribunal consideró que existían suficientes pruebas para mantenerla bajo custodia mientras avanza la investigación.
El impacto en la visión de la municipalidades
La situación de Cathy Barriga ha tenido repercusiones más allá del ámbito judicial. Su caso ha reavivado debates sobre la corrupción y la transparencia en la gestión pública en las municipalidades. Muchos ciudadanos expresan su frustración ante lo que consideran una falta de rendición de cuentas por parte de figuras políticas. La exalcaldesa es vista como un símbolo de los problemas sistémicos que enfrenta el país en términos de gobernanza y ética pública.
